Acuario desecha las necesidades habituales del día a día en las emociones y sentimientos. Es ese deseo de comprender lo nuevo y captar con sus antenas aquello que es receptivo, ya sea social, técnico o la vibración cósmica. Las antenas receptoras de un Acuario están ahí, dispuestas a captar lo extraordinario y sublime de la vida. Su psique funciona a gran velocidad y aprende rápidamente a separar lo que interesa de lo que no. Esto sucede en todos los planos de su existencia y por supuesto en el amor, lo que le lleva en muchas ocasiones a no crearse obligaciones por el sexo.
Su vida mental es mucho más poderosa que la erótica y cuando ama se interesa principalmente por el conocimiento del ser amado, sus ideas, proyectos y capacidades. Si el ascendente del nativo Acuario también es de Aire, corre el riesgo de permanecer continuamente en una vida sentimental que sólo habita en su mente y, puede ser, que no se realice en el plano físico, y si lo hace, es a trompicones y en contra de su instinto primario.
La particular psique de Acuario le imprime una personalidad liberal, siendo a su vez el signo más liberal que existe, no le gusta que le controlen, le dan miedo los condicionantes, las preguntas y la falta de libertad, a veces pensando en las consecuencias que ello puede acarrearle.
Dependiendo del ascendente, punto fundamental en todo plano astral, el nativo de Acuario suele ser en el matrimonio, amable, suave, conservador y fiel mientras le respeten su principio de independencia y, solamente con parejas totalmente inarmónicas, es cuando pueden rápidamente romper su unión o bien disfrutar de aventuras en secreto.
Acuario no admite de ningún modo las relaciones agobiantes, la mayoría de veces se escapa aún estando profundamente enamorado, para tratar de liberarse de una atadura que le asfixia.
Acuario en Relación con los otros Signos
Acuario con Aries: el punto de partida es el entusiasmo y el deslumbramiento ante lo novedoso y aventurero que surge de la mezcla de ambos signos. Este interés mutuo suele llevar a Acuario y a Aries, a una coincidencia amorosa que a veces puede resultar efímera, porque la fuerza, vehemencia y el espíritu dominador de un Aries exige demasiado a Acuario, que se sentirá entre la espada y la pared, lo que probablemente lleve a Acuario a optar por la libertad.
Acuario con Tauro: la sensualidad intensa y exigente de Tauro, asusta y a veces aleja a Acuario que vive el romance tratando de luchar contra la posesión taurina, porque su subconsciente le dice que se encuentra amenazado en su libertad, y esto es lo que más quiere un auténtico Acuario. De forma que la solución al problema es conseguir una relación amistosa, sin embargo, para un buen Tauro el amor es otra cosa. Además, un Tauro tratará de limitar los movimientos de Acuario poniendo estabilidad en la relación, asunto que para todo Tauro tiene un significado material.
Acuario con Géminis: una relación intensa, independiente, libre y rica en inquietudes intelectuales. Una relación llena de química, inteligencia y originalidad. La curiosidad de ambos se pondrá de manifiesto. Diálogos amplios que les encantará a los dos. Géminis es más dubitativo y analítico, capaz de separar fácilmente el grano de la paja, logrará que Acuario se acerque sin problemas al mundo mental que suele dogmatizar y esto beneficia a ambos, lo que hace más plástico al Acuario y le permite adaptarse y comunicarse.
Acuario con Cáncer: es una relación que despierta en Acuario los sentimientos por la humanidad, y al mismo tiempo puede transportar a Acuario a una relación de erotismo desconocida. El problema es que la sensualidad de Cáncer es intensa y a veces absorbente, lo que resultará irritante para Acuario. Cáncer conecta bien con el interior de Acuario y con su realidad afectiva, también con sus pasiones y conflictos emotivos, esto compensa el fuerte intelecto de Acuario. Sin embargo pueden darse buenas relaciones si Cáncer es comedido y no se excede.
Acuario con Leo: Leo atrae a Acuario por su poderosa vitalidad pero le exige un fuerte compromiso pasional que a menudo agota. Leo es mucho más sensual y sexual, y pide continuas manifestaciones de amor y de admiración, que Acuario escatima siempre porque se inclina a guardar los sentimientos.
Acuario con Virgo: el erotismo no contradice las tendencias de Acuario, por el contrario puede haber un buen entendimiento. El interés por el conocimiento, la charla y la investigación de lo que les rodea matiza sus amores. Virgo respeta la libertad de Acuario, no le abruma exigiéndole una presencia física en todo momento. Hay margen de libertad.
Acuario con Libra: afinidad sexual. También para Libra el amor tiene un importante componente romántico, que se alimenta en ideales y vive del contacto espiritual más que del físico. Los Libra despiertan el interés amoroso de Acuario y lo atraen especialmente. Son signos muy parecidos y fácilmente se armonizan. Merece la pena esforzarse.
Acuario con Escorpio: dos signos en cuadratura con visiones de la vida muy diferentes. La relación puede romperse en cualquier momento, pues el principal problema es que en cuestión sexual están en dos mundos alejados. Escorpio necesita el roce a diario y Acuario puede vivir sin ningún contacto durante semanas. Otra gran dificultad es la falta de compromiso de que hace gala Acuario, en cambio Escorpio lo quiere todo o nada.
Acuario con Sagitario: buena base de entendimiento físico; Sagitario atrae con la vivacidad del movimiento y con su temperamento constantemente fogoso. Este juego alimenta y aviva la vida de Acuario que es más mental, pero sin oprimirle, dejándole libertad. Son relaciones alegres, a veces con interrupciones, en las que puede haber compromiso o no.
Acuario con Capricornio: un Acuario es raro que se sienta atraído por un Capricornio. El Acuario se aburre, tiene básicamente un ritmo físico distinto y se inquieta con la lentitud de Capricornio que todo lo piensa. Generalmente este último representa cosas de las que Acuario quiere huir.
Acuario con Acuario: son relaciones en las que hay más romanticismo que sexo. Ambos forman un mundo poético totalmente lejano a la realidad. Este amor puede ser uno de los recuerdos más hermosos de la vida, como la de aquellas cosas que soñamos ser y que un día inundaron nuestro espíritu, haciéndonos alcanzar el sentido del infinito.
Acuario con Piscis: este último pide a Acuario una dosis de entrega e intimidad que no concuerda con las posibilidades naturales. La falta de pasión y química crea una permanente contrariedad, y desencadena reclamos amorosos que surgen de la inseguridad que siente Piscis. Situación que puede sofocar a Acuario que no puede dar más de lo que es y siente.