Acuario es un nativo especial que junto a ese grado de ser universal, tiene tanto de singular como de original, al igual que su planeta regente, Urano, razón por la que se hace imprescindible romper en gran medida los modos habituales de la formación y educación, tanto la procedente de la escuela, educadores, como de la familia, por ejemplo, padres, abuelos y hermanos o hermanas mayores. Aunque será difícil que Acuario acepte la jerarquía en la familia y en la escuela, ya que implantarle directrices no sirve de mucho con Acuario, que le resulta muy complicado aceptarlas, sencillamente no lo entiende; su mente fluye por otros caminos.
En ocasiones resulta inútil pretender imponerle algo simplemente con una explicación: lo digo yo y basta. A no ser que su mente se haya desarrollado lo suficiente y esté entorno a los 13 años de edad o más, no comprenderá el por qué del asunto. Acuario, por naturaleza propia, tiene implantado el sentido de los derechos y de la dignidad; a diferencia de otros signos del Zodíaco lo más probable es que se rebele en contra.
Acuario sólo entiende de razonamientos coherentes, que contengan lógica en todo lo que guarda relación con el mando y la imposición de órdenes. La jerarquía familiar es para Acuario una gran injusticia, porque no se tiene en cuenta su opinión y sus inclinaciones. Sólo funciona cuando Acuario sabe en su interior, que aquello que se le ordena es a todas luces razonable y se ha tenido presente su opinión, de forma que Acuario ha participado directa o indirectamente en la orden que recibe y en la jerarquía, a partir de ese momento Acuario se siente satisfecho y se inclinará rápidamente a obedecer. Si las cosas no se hacen así en la familia, casi siempre crecerá en el interior de Acuario la insubordinación impalpable para los demás, pero para un Acuario será un tormento, y tenderá a rebelarse y a imponerse contra quien ostenta el mando, esto causará en Acuario un dolor interno que puede desencadenar una reacción imprevisible.
Si se subestiman las ideas de Acuario lo entiende como una fuerte agresión, puesto que son precisamente sus pensamientos e ideas lo que más valora, sin ellas Acuario no sería quien es. En este sentido, todos los que rodean a un nativo Acuario, ya sea en la familia, en el trabajo o en la escuela, deben entender que hay que respetar y valorar por encima de todo lo que Acuario alberga en su mente. Acuario siempre desea que le respeten y le consideren, y le permitan ser libre con sus pensamientos. Sin embargo para que el desarrollo social de Acuario sea correcto, es fundamental crearle buenas costumbres y enseñarle disciplina en todas las áreas de la vida, como el estudio, la limpieza, el orden, la puntualidad, etc., de ese modo recibirá un sólido sostén físico donde desarrollar sus elevadas facultades intelectuales. Eso puede significar una correcta adaptación de Acuario a las normas de la sociedad, aquellas que se entienden como formales, y en un sentido preciso de lo que significa la dependencia y la obediencia, conjugadas con su sentido de la libertad. Ello equilibrará las necesidades físicas y mentales de Acuario, limitando su deseo de dar alas a su imaginación y a tomar riesgos excesivos de mayor, bien en empresas o en asuntos muy comprometedores, que en realidad sólo funcionan en su mente y no tienen un sentido práctico, tangible y coherente.
Acuario no participa en exceso del ambiente familiar, muchas veces se siente forzado en su vivencia, razón por la que de mayor suele buscar fuera del hogar el ambiente que le enriquece y, por supuesto, que motiva su curiosidad por encima de todo. De pequeño, el nativo de Acuario es, en muchas, ocasiones mal entendido, puesto que muchos nacidos en este signo muestran una correcta disposición con padres y abuelos, lo que da lugar a que parezca un niño o niña fácil de manejar. Es sólo un engaño no deliberado y no debe juzgarse como tal. Sus familiares más cercanos pueden hacerse una idea contraria sobre su personalidad, que en realidad es más consistente de lo que piensan.
Acuario guarda celosamente sus pensamientos y sentimientos más internos, y esto junto a su carácter curioso y original, no colabora en nada a que se le entienda. Acuario tiene que ser adivinado casi mágicamente, por tanto sólo unos padres y abuelos muy intuitivos recibirán la correcta información de cómo piensa y siente realmente.
Acuario siempre observa lo que ocurre en su entorno, piensa, analiza y lo que descubre se lo guarda en lo más íntimo, pero raramente lo explica, pues entiende que aquello es más auténtico que cualquier otra cosa que los demás le cuentan, así que confía en su instinto y en muchas ocasiones se cierra a las exposiciones de terceros.
Acuario siente en ocasiones que se encuentra solo ante el universo, con su propia intimidad como mochila, por ello no es precisamente el signo más familiar, aunque en ocasiones pierde por momentos ese carácter independiente y se abre a quienes rodean a Acuario. Situación que se da en momentos puntuales, como celebraciones importantes, donde pierde su inhibición y aislamiento mental. Cuando Acuario es niño ocurre casi exactamente lo mismo, pero curiosamente guarda una gran fidelidad a si mismo a pesar de involucrarse en cuestiones familiares.
Acuario crea su propia intimidad, organiza pensamientos y edifica mentalmente una estructura para adaptarse a las circunstancias del momento en que vive. Estas construcciones en su intelecto, son valores estimables que viajan como paquete durante toda la vida de Acuario, y que recurre a ellas en las situaciones complejas, donde precisa de aliento para salir airoso de una situación difícil. Acuario siempre buscará la respuesta al problema dentro de su mochila de experiencias, ideas y pensamientos.
Con frecuencia, Acuario representa una complicación en la vida familiar por su desorden más o menos continuo, coloca las cosas en su lugar cuando no tiene algo mejor que hacer o pensar, pero es difícil que encuentre el momento oportuno, la mente de Acuario siempre está dando vueltas a una cosa u otra. Además, su espacio personal es muy íntimo, Acuario tiene sus propias ideas en cuestión de colores, formas y distribución de las cosas, así que mejor dejarle sin decir nada que entrar en polémicas estériles, que al fin sólo terminarán en conflictos.