El niño Géminis resulta bastante complicado de controlar. Movido y nervioso en exceso, Géminis siempre andará arriba y abajo con tareas o juegos reales o imaginarios, o bien andará de aquí para allá con cosas en las manos, cambiándolas de lugar o manejándolas y desmontándolas, porque Géminis tiene una energía que hierve en su interior, la curiosidad le vence, por lo que le gusta saberlo y examinarlo todo y aprender como funciona. A diferencia de Virgo, no analiza a fondo para conocer los mínimos detalles. Géminis es un tipo mercuriano que le gusta averiguar, conocer, aprender, aunque después de un cierto tiempo se canse y deje las cosas a un lado para interesarse por otras, y así andar cambiando y aprendiendo como parte de un juego.
La sensibilidad del nativo Géminis es grande y se asemeja al comportamiento de algunos dispositivos eléctricos, que con sencillos impulsos se ponen a funcionar. No hace falta estimular en exceso a Géminis, con poca cosa saldrá a la superficie su carácter fisgador, lo que representa una complicación para la familia al tratar de controlar su naturaleza mercuriana.
Es muy conveniente que la familia tome conciencia del carácter de Géminis. Muchos padres no saben como enfocar la educación de un niño nervioso y por ende tremendamente movido, en estos casos, ante todo se trata de disponer un entorno tranquilo, donde la paz, y por supuesto la ausencia de tensiones familiares (riñas entre padres), creen la atmósfera propicia para la evolución del nativo Géminis, sino este nativo captará y absorberá el malestar reinante, esto se traduce tarde o temprano en problemas motrices. Géminis se volverá aún más inquieto y más difícil de gobernar.
No hay que olvidar que Géminis es influenciable por naturaleza, lo que le convierte en uno de los mejores imitadores del Zodíaco, cualquier cosa que vea de pequeño en el seno de la familia lo hará suyo, y tratará de reproducirlo una y otra vez modelando su personalidad. En este caso, es fundamental ayudar a Géminis a tomar interés por juegos y estudios enriquecedores, que al mismo tiempo consigan enfocar su interés hacia un objetivo constructivo, que también le enseñe a serenarse y concentrarse, y a pasar ratos de quietud, esto evitará en cierto modo el exceso de dispersión al que tiene tendencia este signo.
La capacidad que todo Géminis tiene de mayor para relacionarse social como familiarmente es enorme, es uno de los signos, sino el que más, dotado extraordinariamente para realizar la función de eslabón humano y portador de noticias entre parientes. Esa facultad fluye fácilmente desde su interior, sabe conectar con cualquiera, y por supuesto, se nota esa energía en la relación familiar donde es bien apreciado por su proceder. Géminis no puede desconectarse de su familia, pero tampoco puede, aunque en alguna ocasión lo pretenda, después de un enfado por una riña.
Para este nativo, la familia es un puntal incuestionable y fuente de toda ayuda y apoyo. Defenderá su familia, ya sean padres, hermanos o primos, por encima de otros intereses, y raramente se desvincula, incluso si media una gran distancia entre ellos. Al mismo tiempo, Géminis sabe ser muy agradecido con quien le ha tendido la mano y realmente, salvo excepciones, corresponde en la misma medida con los suyos. Este es un valor importante a tener en cuenta en nuestra sociedad, donde los intereses materiales priman muchas veces por encima de valores sociales, espirituales y humanísticos.
Géminis no es excesivamente hogareño, como es muy movido le gusta ir y venir, por lo que, salvo excepciones, no pasará largas horas en casa. Si por obligación debe permanecer durante mucho tiempo bajo el techo del hogar, termina por aburrirse y agobiarse, entonces se le ocurre cualquier escusa, o se busca cualquier nueva obligación para cambiar de “onda”, y volver, como es habitual en él, a realizar incursiones en el mundo circundante. Géminis necesita estar rodeado de personas, tiene que hablar y saber que le escuchan, siente la necesidad de comunicarse, aunque sea por asuntos intranscendentes, de conocer a unos y a otros, de viajar. Por ello se dice de Géminis que es poco participativo en las tareas del hogar, de hecho no le gustan, más bien le aburren y le disgustan porque no traen novedades, son rutinas iguales un día tras otro, siempre lo mismo, que no le aportan la curiosidad de lo novedoso, lo que termina siendo una tortura.