Leo es un signo que tiene un encanto muy personal por la empatía que le caracteriza, también por su personalidad y enorme facilidad de comunicación, esto magnetiza fácilmente a sus interlocutores, quienes suelen ver a Leo como un signo que cae bien e incluso que resulta interesante, aún sin ser un signo que podamos clasificar de bello. En realidad, las estadísticas prueban que Leo ni siquiera puede clasificarse como un signo de belleza media, esto queda reservado para unos cuanto elegidos como Tauro, Géminis, Acuario y Piscis. Sin embargo, Leo goza de una maravilla que agrada a la inmensa mayoría, y es su interior, por supuesto me refiero a la nobleza de su gran corazón, por ello muchas veces se confunde en Leo la belleza interna con la externa.
Leo se caracteriza por tener un cuerpo de constitución fuerte, son medianamente altos y proporcionados. El pecho acostumbra a ser ancho, los brazos y los hombros son fuertes, el tamaño de la cabeza es mediano en la mayoría de nativos, pero se dan casos de nativos Leo con una cabeza grande y en consecuencia un cerebro de considerable tamaño, superior al tamaño de la media.
Por poco que Leo cuide su físico realizando algún deporte, aparece como una persona vigorosa y de cuerpo musculoso y fibroso, por lo que tiene ese toque de cierta apariencia felina. Además, el porte de Leo llama fácilmente la atención al desprender elegancia y estilo por donde se le mire. Es raro encontrar algún nativo Leo que dé la apariencia de un ser débil, flojo y de cuerpo mal cuidado o incluso descuidado.
El color de la piel de Leo puede variar considerablemente de un nativo a otro, también en función del lugar del mundo donde haya nacido. En España se dan muchos nativos con piel bronceada, probablemente y entre otras causas, porque España es un país Mediterráneo y de signo Fuego.
Los ojos de Leo son generalmente grandes y de color marrón, gozan de un brillo que demuestra alegría, jovialidad, entusiasmo y felicidad, por lo que en épocas bajas del signo no acostumbran a demostrar las penas del momento, ni tan solo en sus ojos ni en la expresión de su cara.
El resto inferior del cuerpo está bien proporcionado con la mitad superior. De hecho, las extremidades inferiores gozan de considerable fuerza y a simple vista son bastante musculosas. Leo se encuentra bien preparado para realizar deportes de acción y ejercer una profesión que requiera un fuerte desgaste de energía. El resultado es que Leo es uno de los signos con mejores proporciones físicas del Zodíaco.
El temperamento de este nativo llama mucho la atención y guarda relación con el resultado final de su aspecto, pues sin alcanzar la espontaneidad de Aries, Leo participa de este mismo atributo: la chispa de su espontaneidad. Esto le concede mucho gancho, que gusta a otros nativos menos dotados a la hora de captar la atención y las miradas. Buena causa de ello la tiene su regente el Sol, astro central en nuestro sistema solar y responsable de la enorme energía de Leo.
Una característica común a muchos nativos Leo, es que debido a su aspecto y personalidad generan mucha confianza, lo que le vale para ganarse fácilmente a los demás, esto reporta a la larga buenos beneficios, pues consiguen abrir puertas que para otros signos resulta muy difícil, sino imposible. A esto también contribuye otro rasgo muy propio en Leo, y es que suelen hacer las cosas de forma directa, van de frente sin rodeos, sin zigzagueos inútiles y dudosos. Cuando desean un objetivo marchan en línea recta a por él; avanzan con fe sin dudarlo.
Leo es un signo clásico, no le gusta vestir de forma estridente con atuendos exagerados. Le gusta que le miren y ser el centro de atención, pero no que le miren por un aspecto fuera de lo socialmente correcto, de modo que raramente podemos ver un Leo paseando por la calle con las últimas extravagancias de la moda. Leo vestirá a la última moda cuando la mayoría ya estén instalados en las nuevas corrientes, porque no le gusta ser el conejo de laboratorio, razón por la que la mayoría de estos nativos visten con un estilo de corte tradicional.
En las relaciones sociales, y sobre todo en ambientes formales y celebraciones, Leo es amante de guardar las formas y de hacer las cosas de modo un tanto ceremonial. Si va a un restaurante por asuntos de negocios o celebraciones, es partidario de comer con platos de alta cocina, refinados, y procurará ser siempre correcto y cortés, sea o no el anfitrión.