El nativo de Leo no es excesivamente espiritual, pero aunque no tiende a profundizar en los propios conocimientos y experiencias, posee una buena concepción de la vida en la que se refleja la nobleza de su corazón, junto a una energía poco común y un gran orgullo. Es un signo que concede una fácil excitación y en momentos críticos puede llegar a cometer graves e inconscientes imprudencias.
La inteligencia de los nativos de Leo les hace decantar hacia la parte práctica de la vida, aunque dentro de sí mismos tienden a justificar cada uno de sus actos con una concepción idealista.
A pesar de que son muy sinceros, en ciertos casos y debido a influencias circunstanciales pueden estar convencidos de actuar de forma convincente, pero en la teoría y la práctica se contradicen.
Bastante impulsivos, sobre todo en lo que se refiere a sus sentimientos y vida sexual. Se entusiasman inesperadamente por una persona o por una empresa, pero a diferencia de otros signos pueden mantener este entusiasmo durante bastante tiempo, esto destaca en la parte profesional donde mantienen la tenacidad del esfuerzo hasta límites incalculables.
Leo puede dar buenos artistas, industriales, escritores, políticos, empleados en puestos importantes de la administración.
Si quiere, un Leo puede llegar donde se propone, a ello le ayuda un “saber hacer” y sobre todo una especial fascinación personal que influye definitivamente sobre los demás.
Tendencia a exagerar en el lujo. Les gusta la vida rodeada de comodidades, vestir bien, las relaciones sociales, etc., y no repararán en medios para que ello se cumpla.
Las enfermedades a las que propende el signo de Leo son las referentes al corazón y a la circulación sanguínea, anemia, desórdenes sanguíneos, curvatura de la espina dorsal y altas fiebres.
Entre los personajes famosos de Leo cabe destacar a los siguientes: Napoleón, Mussolini, Jung, Mick Jagger, Debussy, Madame Du Barry, Mae West, Dustin Hoffman, Robert de Niro, Robert Redford, Jennifer Lopez, Madonna, Antonio Banderas, Melanie Griffith.