En muchos sentidos Sagitario es un niño eterno. Durante sus primeros años de vida, necesita que le presten atención y cariño, hasta el punto de abandonar su habitación para dormir entre las risas de los adultos. Si se le aleja del calor familiar puede buscar un cachorro, un peluche o una manta vieja que le brinde cierta calidez. Sin embargo, una vez que empieza a ganar independencia, Sagitario tiende a cortar los vínculos con su familia.
Ya sea niño o adulto, Sagitario se resistirá a obedecer a sus mayores si siente que las órdenes impartidas son resultado del capricho o la conveniencia. En esos casos, es recomendable que los padres aprendan a aceptar sus propios errores y se disculpen, antes que el pequeño Sagitario explote de indignación. Sagitario sólo obedecerá si piensa que las órdenes son lógicas y democráticas; sólo así se decide a aceptar las normas. Su espíritu es democrático hasta la médula y ni siquiera la ingenuidad puede cambiar la firmeza de sus convicciones.
Durante la adolescencia, los nacidos bajo Sagitario se rebelarán más abiertamente contra la autoridad paternal, y no tendrán reparos en cuestionar aquellas órdenes que encuentren arbitrarias, contradictorias o llevadas por la conveniencia social. El ansia de libertad se la otorga su regente Júpiter, que llevará a sus nativos a cortar las ataduras familiares y abandonar el hogar paterno con la mayor prontitud; incluso, pueden pasar meses antes de que llame o escriba. Si los padres quieren evitar esta futura actitud, es recomendable que Sagitario aproveche la etapa de la infancia para sentar una base de confianza, tolerancia y justicia, y que valoren a los amigos de sus pequeños sin contar sus bienes materiales, su raza o su apellido. Si siente que se le trata o critica injustamente, Sagitario es capaz de cortar los vínculos familiares por un largo tiempo, o incluso, olvidarse definitivamente de ellos.
Sagitario es un alma libre y esta cualidad abarca todos los aspectos, incluyendo la familia y el momento de constituir un hogar. Inicialmente, y quizá por un largo tiempo, el nativo de Sagitario buscará relaciones frívolas, y quizás huirá aterrorizado del compromiso. Sin embargo, es tan franco al respecto que su ocasional pareja no podrá recriminarle nada. Si la relación acaba en matrimonio, será porque él o ella se decidió a proponerlo y fue lo suficientemente astuto/a para llevarlo hasta el altar sin que escape; entonces, ya acorralado, Sagitario puede dar el sí aunque no esté muy seguro.
Sagitario no desea comprometerse o casarse a menos que su pareja lo ahogue, puesto que este nativo necesita su margen de libertad, lo que no significa infidelidad, significa tener espacio propio, margen de maniobra, entrar y salir sin tener que dar excesivas explicaciones. Para un hombre Sagitario la mujer también deberá tener una vida propia, ser atractiva, pues Sagitario le otorga un gran valor al aspecto físico.
Sagitario odia a las personas que lo abruman, le recriminen o le protagonicen escenas dramáticas más cercanas al teatro que a la vida real, pero no tanto como odia que se empecinen en encerrarlo entre cuatro paredes, en una rutina absolutamente monótona. Por eso, Sagitario debe estar convencido de que el matrimonio será una aventura, aunque después la realidad sea distinta. Lo que busca (esto es un denominador común), es una pareja que comparta su entusiasmo por la vida, que sueñe, que sea afectuosa, sociable, e independiente tanto como persona como económicamente.
Una vez casado, Sagitario no inmiscuirá a su familia en la relación, pues no comparte la teoría de que a los familiares se les ama incondicionalmente. Incluso si se lleva bien con sus padres y hermanos, sabrá mantenerlos a distancia. Evidentemente, también esperará que la familia de su pareja se mantenga aparte, sin irrumpir más que durante los días festivos u ocasiones especiales. La vida familiar debe transcurrir sin recriminaciones ni presiones, e incluso, los Sagitario necesitarán salir con sus amigos por la noche para tomar una cerveza, y pueden explotar de furia si su pareja trata de cortarles esa libertad. Si Sagitario se vuelve indiscreto, es muy probable que él mismo lo confiese, porque la mentira no es su estado natural.
Sagitario se desconcierta un poco con los bebés, pues su torpeza innata puede hacerlo sentirse inseguro de cargar algo tan delicado. Con el tiempo y a medida que su progenie crezca y se fortalezca se sentirá más confiado. Los hijos de Sagitario suelen verlo más como compañero que como figura de autoridad, porque Sagitario siempre tiene algo de niño. Llevará a sus hijos de campamento y sentirá mucha afinidad con los juegos infantiles, mientras que con las niñas será cuidadoso y tierno, aunque haciendo gala de cierta torpeza.
Cuando sus hijos alcancen la adolescencia puede haber algunos roces, pues Sagitario no reconoce bien los límites de la intimidad, y sus preguntas y críticas pueden herir o molestar a sus hijos. No será fácil que Sagitario explote por las aventuras o desobediencias, pero es bastante intolerante con la mentira.
Al igual que los hombres, las mujeres Sagitario se muestran algo distantes con su familia, a menos que durante su juventud hayan creado un lazo de amistad con ellos. La mujer Sagitario es de naturaleza netamente independiente, y espera que el hombre la trate como su igual. También detesta que se le dé órdenes o que le recorten la libertad. Sin embargo, puede ponerse un poco desafiante, y en esos casos, aunque no lo admita, le gustan los hombres firmes y seguros. Si su pareja reacciona con fuerza y firmeza se ganará su respeto. Tampoco son de las mujeres que sueñan con vestirse de blanco: incluso la mayoría de ellas siente un incontrolable temor al compromiso.
Para la mujer Sagitario las labores domésticas pueden ser una auténtica tortura. Su naturaleza se rebela contra el papel de ama de casa, pero si no se puede pagar una asistenta, entenderá que debe poner de su parte para mantener el hogar al día. A Sagitario tampoco le gusta cocinar, y si la necesidad la obliga a ponerse un delantal los días de trabajo, esperará que la lleven a comer fuera los fines de semana.
Como madre, Sagitario será más una compañera y amiga que una figura de autoridad o disciplina, por lo que, como le sucede con casi todos sus conocidos, será adorada por sus hijos. Aunque inicialmente puede sentirse un poco perdida con los pañales, su naturaleza adaptable la ayudará a dominar esa nueva vida con sorprendente rapidez. Llevará a sus hijos de excursión, les leerá cuentos en las noches y tendrá ciertas dificultades en imponer la disciplina. Casi invariablemente será alegre y bromista con su progenie. Asimismo, la naturaleza directa y sin censura de Sagitario puede crear algunas heridas en los niños, sin embargo, si estos se adaptan, se convertirán en personas más fuertes, honestas y capaces de afrontar la verdad desnuda de por vida.
En todas sus facetas Sagitario necesita confianza y libertad. En esos casos, su familia encontrará una persona alegre, vital y leal, capaz de elevar los ánimos de toda la casa y de jugar no sólo el papel de padre o hijo, sino también el de amigo.