El individuo Sagitario es naturalmente inquieto, y se aburrirá fácilmente si se le obliga a permanecer en un puesto rutinario durante demasiado tiempo. Sagitario no suele buscar horarios y trabajos de oficina, y por el contrario su dinamismo se adapta preferentemente a las labores de acción, motivación y movimiento.
Entre los empleos adecuados para los nacidos bajo Sagitario, se encuentran las actividades comerciales que implican riesgo, conllevan un reto, se practican en un ambiente competitivo y requieren de intuición y visión: alicientes irresistibles para los Sagitario y su naturaleza vivaz y optimista. Sin embargo, siempre que disfrute del factor independencia, Sagitario puede abarcar una amplia gama de profesiones: puede ser explorador, biólogo, artista, importador, empresario y todas aquellas ocupaciones que impliquen avanzar, viajar, trabajar en nuevos conocimientos y conocer a gente de otros países.
Sagitario no es buen político ni diplomático, pues carece por completo de la mano izquierda necesaria. Como signo del elemento Fuego, Sagitario es un signo directo y áspero, puede llegar a decir las cosas tal como le vienen a la mente, aunque muchas veces no se dé cuenta y sus comentarios y actitudes sean completamente inocentes.
Como Sagitario es el noveno signo del Zodíaco, su capacidad profesional guarda estrecha relación con todo lo significado por la Casa 9 solar, por lo que al margen de lo mencionado, existen muchos Sagitario entregados al misticismo y a la religión; este signo posee una fuerte vena espiritual. Su vena mística puede ser tan elevada, que algunos Sagitario incluso llegan a pensar que son los reyes de la creación, y que siempre deben gozar de las prebendas y protecciones de la divina providencia.
A Sagitario no le interesa el dinero de una forma directa, pero necesita ganar una buena cantidad porque lo gasta con gran rapidez. Es un signo que no alberga un átomo de mezquindad y no se preocupa en ahorrar para años difíciles (su naturaleza optimista le impide concebir esos temores). Sin embargo, no tolera que el jefe sea mezquino o egoísta, pues todo tipo de injusticias lo indigna profundamente. Su motor no es la ambición desmesurada, sino su instinto competitivo, su deseo de crecer interiormente, de evolucionar, y su naturaleza viajera. Tampoco la idea de trabajar para ascender a medio o largo plazo no le resulta atractiva en absoluto. Sagitario vive el presente y el futuro queda en un horizonte lejano.
Los nativos de Sagitario necesitan de las constantes alabanzas de sus jefes para continuar motivados; les encanta ser reconocidos, alabados y elogiados, y rara vez se ruborizan. En la oficina (aunque ya he mencionado que no le agrada), será siempre entusiasta, arriesgado, creativo y optimista, y mantendrá esa actitud durante todo el tiempo que permanezca trabajando, no obstante, cuando se le acabe la motivación no se quedará un día más, por ello Sagitario es un signo que acostumbra a dar frecuentes cambios profesionales.
Sagitario puede llegar a ser bastante descuidado y hasta torpe, pero su iniciativa mantendrá excelentes resultados, a veces asombrosos. Tiene tanta buena suerte que incluso sus errores pueden resultar beneficiosos para la empresa. Asimismo, Sagitario tiene una capacidad innata para detectar a los mentirosos e impostores, una cualidad que puede serle muy eficaz a la empresa.
Otro rasgo importante en la vida laboral de Sagitario es su sinceridad universal, pues este nativo no juzga a nadie por su estatus; hablará tan abiertamente con su jefe como con el portero, y no tendrá ningún reparo en señalar sus virtudes y errores. Su mentalidad democrática lo hará sacar la lógica conclusión de que, si el superior se permite ciertas faltas (como comer en su despacho o llegar tarde los lunes), él también puede hacerlo. Si se le recrimina, puede explotar, porque ve las agresiones como una práctica inadmisible, y digo más, sus agresiones son completamente inconscientes, y además, fruto directo de la sinceridad, así que no las toma como tales. Tampoco contendrá su lengua cuando reciba indicaciones que considere inútiles, y no tendrá reparos en cuestionar los métodos de un sistema demasiado tradicional para su mentalidad visionaria. Sus palabras son resultado de su buena intención, aunque su falta de tacto puede ser exasperante, conviene escucharlo, porque los nacidos en Sagitario suelen ser iluminados por la chispa de la inspiración.
No es conveniente acusar a Sagitario de falta de integridad; al Sagitario típico nunca se le ocurriría actuar de forma desleal con su empresa, y si es inculpado, puede reaccionar no sólo con consternación, sino como una indignación explosiva. Entonces pasará al ataque y lanzará sus flechas verbales con tanta puntería como su nombre indica: Sagitario el arquero.
Cuando Sagitario se sienta en el sillón del jefe, puede confundir un poco a sus empleados, empezando por el hecho de que es tan directo como su flecha simbólica, tanto para criticar como para alabar. En sus arrebatos puede prometer una promoción, y un minuto después, criticar tan vivamente un error que su empleado tema ser despedido.
La dinámica de los jefes Sagitario es siempre innovadora, creativa y visionaria, y sus empresas son un reflejo de ello. No es un jefe rígido ni suele obsesionarse con el cumplimiento de los horarios; lo que busca son almas aventureras y además, aunque no lo diga, amigos. Sagitario es un alma libre, y por ello, las sugerencias no podrán cambiarlo, aunque sean bien intencionadas. Sagitario responderá con una gran sonrisa a los ajustes y estadísticas para el ahorro, pero le marean los detalles de los libros de contabilidad, y quedarse quieto el suficiente tiempo para leer los informes puede ser una auténtica tortura, por lo que finalmente no se molestará en tomar en cuenta las sugerencias para optimizar el rendimiento de la empresa. También es probable que Sagitario se ausente mucho debido a sus constantes viajes y reuniones. Si su trabajo le gusta, trabajará en horarios muy poco ortodoxos, sin mirar el reloj, y es posible que en alguna ocasión se olvide de comer.
A Sagitario no le gusta que importunen sus sueños de triunfo con nimiedades, como las cuentas pasadas o la multa de tráfico. Como jefe, buscará empleados que compartan su visión de hacer un mundo mejor o acrecentar su empresa hasta el infinito, y la confianza le llevará a otorgarles mucha libertad. Será siempre optimista, entusiasta y tendrá una cualidad muy apreciada: la falta de egoísmo.