La aritomancia o aritmomancia como otros le llaman, es el arte de la predicción por medio de los números. Es una antigua mancia cuyas raíces pueden ser encontradas en la antigua Grecia, de la mano de los célebres Pitágoras y Platón, quienes desarrollaron una filosofía basada en las propiedades de los números. Tras sacar el número absoluto basado en el nombre de dos combatientes, podían predecir cuál de ellos iba a salir victorioso; incluso se dice que algunos adivinos predijeron que Aquiles vencería a Héctor en combate. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos cálculos pueden variar enormemente según el idioma del usuario.
Más adelante esta ciencia fue transferida a los cabalistas, quienes a su vez la pasaron a los místicos occidentales; de estos últimos destaca Louis Claude de Sant Martin, uno de los más importantes iniciadores de la aritomancia. Por su parte, Eliu Rich afirma que todas las propiedades e ideas de cantidad pueden ser expresadas con números, por lo que podemos atribuirles virtudes ocultas. La naturaleza tiene ciclos y ritmos: aparece en la rotación de los planetas, en la duración de las enfermedades, en el desarrollo de una crisálida, entre otros infinitos ejemplos.
Los antiguos atribuyen al tres, diez y doce especial importancia. Luego está el uno, el número más divino, que expresa la armonía de todas las cosas existentes y Dios.
Un caso interesante es el del pueblo judío, cuyas creencias atribuyen al séptimo día un significado especial, y cuyo alfabeto posee ciertas propiedades que se asemejan en gran medida a las virtudes y propiedades que los antiguos atribuyeron a los números. Así tenemos que la Cábala es la interpretación de las letras como números y la suma de los textos de la Biblia, las cuales poseen diversas e interesantes interpretaciones.
Podemos decir de la aritomancia que ha sido la base de la actual numerología, que se practica en el mundo occidental y también en diversos países de Asia. Sin la aritomancia primitiva no hubiera sido posible desarrollar los múltiples cálculos numerológicos, que dan lugar al número de la personalidad, el número de destino, números de la suerte (personalizados), conocer tus números místicos (si los tienes), y realizar diversos cálculos para averiguar el futuro en los años venideros.
El Número 23
Voy a explicar un caso especial, es el misterio que envuelve al número veintitrés (23).
Inicialmente comprobamos que no existe en la mayoría de barajas de tarot, puesto que los arcanos mayores del tarot terminan en el número veintidós, que generalmente corresponde a la carta el Mundo (también al Regreso), símbolo supremo de éxito y satisfacción. En algunas barajas el número está cambiado y el veintidós corresponde al Loco.
Sólo conozco una baraja de tarot seria que incluye el arcano 23, es El Tarot de los Antiguos de Miguel Angel López Melgarejo. En esta baraja la carta 23 es un símbolo de poder que indica el “Despertar de la Supraconsciencia”. Nos habla de protección divina y de la capacidad de descifrar los mensajes que hablan del porvenir, de modo que la persona que de una manera u otra está relacionada con este número, es un individuo con capacidades especiales, como por ejemplo: predecir el futuro.
El número 23 encierra diversos enigmas. Hay quien lo considera la manifestación de una divinidad que gobierna nuestro universo, para lo bueno o lo malo, esto último como sacrificio y evolución de la humanidad. Este significado esotérico guarda estrecha relación con Dios como creador y gobernador del universo.
Por otro lado, diversos estudiosos ocultistas lo relacionan con una deidad maligna que sólo desea causar problemas. En algunos lugares de Asia, sobre todo en el marco del hinduismo, consideran a este número relacionado con Kali, que representa el aspecto destructor de la divinidad.
Sea una cosa u otra, o tal vez pura casualidad estadística, porque a los humanos nos gusta buscar patrones o tendencias para dar una explicación a lo que no comprendemos, los datos están ahí para comprobarlos. Por ejemplo:
- El cromosoma 23 determina el sexo del recién nacido.
- La hélice del ADN da un giro cada 23 ángstrons (unidad de longitud equivalente a la diezmillonésima parte de un milímetro).
- La sangre emplea unos 23 segundos en recorrer todo el cuerpo.
- El Titanic, considerado el mejor buque de su época, se hundió el día 15 de abril de 1912. Si hacemos una reducción teosófica obtenemos: 1+5+4+1+9+1+2=23.
- Para el nacimiento de un niño los padres aportan cada uno 23 cromosomas al ADN del hijo.
- El alfabeto latino tiene 23 letras.
- Fueron 23 los ángeles caídos del cielo.
- El Salmo número 23 de la Biblia es el más popular: “el señor es mi pastor”.
Podría dar multitud de ejemplos, aunque considero que los mencionados son suficientes para que el lector tenga una idea del alcance de este enigma. Aunque a decir verdad, sólo deseo comentar el alcance místico y cabalístico que encierra este número en mi persona.
Yo mismo soy testigo de la influencia que ha ejercido este número en mi vida. La primera experiencia paranormal, una impresionante videncia a los doce años de edad en la escuela San Luis Gonzaga de Barcelona, está relacionada directamente con este número; puedes leer mi biografía y comprenderás la transcendencia. Posteriormente he tenido diversos sucesos importantes donde está presente este número; no los voy a contar porque pertenecen a mi vida privada. Añadiré que vivo en el número 23 de la calle Dos de Mayo de Santa María de Palutordera (Barcelona), que mis dos cuentas bancarias están relacionadas directamente con este número y que la empresa que me factura la electricidad está en el número 23 de la calle Aguarón de Aravaca. Así que doy fe de que este número encierra un poderoso enigma.
Finalmente, mencionar que el 23 de febrero de 2007 se estrenó una película interpretada por Jim Carrey y titulada El Número 23 (The Number 23). En hispanoamérica se tituló La Revelación. Es un film de suspense que se refiere a los enigmas de este número. El 23 de julio del mismo año apareció en DVD para toda Europa. Ahora comprenderás la importancia que tiene este número para muchas personas, cuando Hollywood le dedica una película.